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"La incertidumbre hace que la vuelta al trabajo pase de ser una obligación a un deseo"

Este año la situación epidemiológica ha hecho que la gran mayoría de personas haya tenido que reinventar la forma en la que pasa sus periodos de descanso. Según el estudio desarrollado por Lee Hecht Harrison, en 2019 hasta un 41% de trabajadores en España sufrieron el síndrome postvacacional tras finalizar el verano reconociendo la sensación de falta de energía, desmotivación y tristeza al volver a sus responsabilidades. Pero ¿cómo afecta en esta situación extraordinaria el síndrome? ¿es mito o realidad? Hemos querido aprovechar el comienzo del nuevo curso para hablar con la psicóloga de Asunción Klinika, Montserrat Corchete, que actualmente pasa consulta en el Centro Médico de Ordizia, para hablar sobre el síndrome postvacacional y nos de unos consejos para sobrellevarlo.


¿Realmente existe el ‘síndrome postvacacional’ o es una invención actual?

Todo el mundo da por hecho que existe el síndrome postvacacional por que lo venimos escuchando en la calle y en el mundo laboral desde hace 15 años aproximadamente. Anteriormente quizás no era tan llamativo como últimamente, que vivimos más deprisa y más estresados, con más cosas para hacer. En ese contexto, organizarnos y desorganizar nos cuesta mucho más que de hace 15 años. Se nos ha complicado la vida a los seres humanos.

La depresión postvacional es como en un estado de melancolía por la pérdida de lo que has dejado atrás (sobre todo si lo has pasado muy bien y has gozado mucho de tus vacaciones que depende de cada persona). Pero en principio sí que se nota esa melancolía, ese deseo de volver a continuar en ese estado y en ese periodo.



No todo el mundo sufre este síndrome. ¿A quién afecta más? Yo creo que afecta mucho más a las personas que no disfrutan de su trabajo, porque la diferencia entre lo que dejan y se encuentran es muy grande. Las personas que gozan de un trabajo que le satisface y que realizan con ilusión se vuelven a incorporar con más facilidad. También creo que otra diferencia podría ser el tiempo que se ha estado de vacaciones: no es lo mismo si las vacaciones son largas (como puede ser un mes entero) o de 15 días. Se trata de otro periodo de adaptación.


"El síndrome postvacacional es como superar un mini-duelo: es superar una pérdida espiritual, situaciones o cambios en tu vida."

¿Cuáles son los síntomas? Los típicos síntomas mentales son la ansiedad y la depresión, pero este síndrome va más cargado de depresión. La ansiedad aparece más bien porque uno no logra adaptarse en poco tiempo al trabajo que tiene que realizar y la sensación de no llegar es la que detona el nerviosismo. Pero es más la melancolía que entra a tono con el síntoma de la depresión. Esta depresión se caracteriza por la pena, por haber perdido ese goce que tenías disfrutando las vacaciones y cuánto mejores sean las vacaciones más pena entra. Digamos que se trata de un mini-duelo ya que es una pérdida espiritual, de situaciones o de cambios en tu vida.



Con la crisis del coronavirus, parece que la gente ha salido menos de vacaciones. ¿Es igual la vuelta al trabajo si se ha estado en la playa o de viaje que si uno se ha quedado en casa durante sus vacaciones? La verdad es que no importa el destino que elijamos, depende del goce que hagamos en cada de los sitios. En función del nivel de disfrute al que llegues, dependerá también el nivel de síndrome que vas a tener.

¿Puede que esta crisis esté reduciendo este síndrome? Yo creo que la situación actual de coronavirus sí que suaviza el tema de volver al trabajo. No nos hemos podido olvidar tampoco de este tema cuando hemos estado de vacaciones y eso nos ha obligado a bajar el nivel de disfrute, tenemos que seguir con las medidas preventivas como son las mascarillas, lavado de manos…y eso te une al mundo a la hora de trabajar. La diferencia este año es que la incertidumbre a hecho que la sensación de la vuelta al trabajo haya pasado de ser obligación a deseo. Deja de tener esa connotación de castigo al estar reflexionando sobre si vamos a perder el trabajo o no, ya que es inevitable admitir que estar activo laboralmente es un valor que tenemos y una cosa que gozamos de alguna manera.

"Si tras 15-20 días seguimos con esta sensación de depresión, es importante consultar a un profesional porque a lo mejor hay otro problema que está interviniendo."

¿Crees que la gente en paro o en ERTE también pasa esta depresión postvacacional?

Puede que sí, ya que a lo mejor hay gente que se lo monta bien dentro de esa situación y la amolda. El estar mucho tiempo en paro o ERTE influye porque cuanto más tiempo se está sin hacer nada, más tiempo cuesta adaptarse al mundo laboral de nuevo.

¿Puede ser un problema que precise tratamiento por parte de un especialista? Es un proceso de adaptación que dura muy poco, la verdad. Si tras 15-20 días seguimos con esta sensación de depresión, es importante consultar a un profesional porque a lo mejor hay otro problema que está interviniendo, ya que a veces esto puede servir como un desencadenante de una enfermedad. Nadie nos garantiza que no podemos enfermar con cualquier cosa a día de hoy y más con el confinamiento, que puede ser un gran desencadenamiento.


En el caso de la gente que está en paro o ERTE es más probable que necesiten ayuda de un profesional ya que están muy mermados: están en un estado de ansiedad más alto y a lo mejor de depresión también por la pérdida del trabajo. Es importante abordar estos problemas cuanto antes, para tratarlas a tiempo.


Dime qué consejos debemos seguir para sobrellevar este síndrome Lo primero es que si estamos en los típicos periodos de vacaciones y volvemos al trabajo, siempre hay que hacerse a la idea los 2-3 días previos. Organizarse a tiempo hará que estemos más tranquilos en el trabajo y quizás baje la ansiedad. También es aconsejable no perder los momentos de tiempo libre en los que se pueda seguir recordando el periodo vacacional; por ejemplo, ir a la playa o reunirse con los amigos tomando unas cervezas. Esta reincorporación hay que realizarla paulatinamente y suavemente, y así nos será más fácil aceptar todo lo que nos venga. Es muy importante, y a veces lo pasamos por alto, el ritmo del sueño. Cuando estamos de vacaciones nos levantamos más tarde, trasnochamos… y regularlo antes de volver al trabajo es fundamental. Los cambios de horario nos afectan muchísimo. Y por último hay que retomar los hobbies o las cosas que hacíamos antes de vacaciones: volver al deporte poco a poco, clases de pintura…

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